De México a Holanda por Amor

La Historia de Residencia de Areli


Mi nombre es Areli Mercado, soy mexicana y llegué hace 9 meses a vivir a Países Bajos, mejor conocido como Holanda, ¿la razón? el amor.

Después de mantener una relación a distancia entre dos continentes por un par de años, mi ahora esposo y yo, elegimos Holanda para establecernos.

Al y Areli mostrando su logro, la libreta de familia en holanda

Al mi pareja ser ciudadano europeo, pero no ciudadano holandés, nos encontrábamos ante una gran incógnita relacionada al proceso legal para establecer mi residencia aquí. 

Desde que estaba aún en México comenzamos a investigar sobre los requisitos para matrimonio, registro y residencia, pero la mayoría de la información que obtuvimos era encaminada hacia parejas de ciudadanos holandeses, continuamos investigando hasta que obtuvimos referencias relacionadas a nuestro caso.

Con la información obtenida a través de portales oficiales del gobierno neerlandés, reuní mis documentos, metí mi vida en dos maletas, me subí a un avión que atravesó el Atlántico y me encaminé a la mayor aventura de mi vida hasta ahora: Emigrar.  (Para combinarla con la 2da mayor aventura: El matrimonio.)

Justo al mes de llegar a este país y recién desempacadas las maletas, la vida me regaló una Diosidencia, (porque no puede ser llamada de otra forma), tuve la oportunidad de conocer a Milagros Maldonado, fundadora del Centro Latinoamericano de Orientación C.L.O. con quien compartí mis inquietudes y mis dudas, quien rápidamente me escuchó y asesoró.


Vista del centro de la ciudad de Eindhoven Holanda

Metí mi vida en dos maletas

Me subí a un avión que atravesó el Atlántico y me encaminé a la mayor aventura de mi vida hasta ahora:

Emigrar


A través del Centro Latinoamericano de Orientación C.L.O. contacté con un profesional de migración, Peter Ploeger quien me ayudó a realizar y a enviar correctamente mi solicitud de residencia temporal (posterior a mi matrimonio).

Peter nos asesoró amablemente en absolutamente todo, investigó los documentos necesarios en la segunda etapa y nos mantuvo informados durante toda la fase.

Finalmente, obtuve mi residencia temporal siempre acompañada y asesorada por un gran profesional, lo cual nos brindó tranquilidad y seguridad, dos cosas importantísimas cuando llegas a un país nuevo.

Actualmente cuento con una residencia permanente por cinco años, paso al que seguramente llegar hubiese sido más difícil sin la ayuda de un experto.

Parece fácil, pero cuando uno sale de su país de origen por primera vez, todo es nuevo, todo es abrumador, las leyes y los requerimientos intimidan y pueden resultar difíciles sobre todo al ser en otro idioma, encontrarte solo en un nuevo continente es arrollador.

Por suerte existen organizaciones como el Centro Latinoamericano de Orientación C.L.O que apoyan y hacen más ligero el aterrizaje en nuevas tierras.

Las historias y las experiencias que se encuentran en una organización de tantos años te nutren, te cobijan y te dan dirección, ingredientes esenciales para reorganizar de nuevo tu vida. 👋



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